Desde el principio de los tiempos, los hombres se han valido del trueque y usar piedras cómo monedas, para realizar sus actividades comerciales diarias. El crecimiento de la tecnología en combinación con la modernización de algunos procesos, ha permitido la creación de nuevas monedas que utilizan una escala de valores asignados, pero su diferencia es que sólo tienen soporte digital. Dicho de otra forma, es como si no existieran billetes ni monedas físicas.
Un token no fungible, es un token criptográfico que tiene la capacidad de ser único e irrepetible. Uno que no puede ser dividido pero que puede ser utilizado para representar objetos del mundo real o digital junto a sus características únicas, así como la propiedad del mismo, mientras mantiene todo ello dentro de una representación en una blockchain por medio de un smart contract.
El funcionamiento de los NFT o tokens no fungibles depende de smart contracts o contratos inteligentes. El trabajo de estos “programas” dentro de la blockchain es, permitir a los usuarios crear este tipo de tokens especiales para representar con ellos lo que deseen.
Esta tecnología, que permite obras digitales (dibujo, música o vídeo) imposibles de falsificar, está agitando el mercado con pujas millonarias. Según algunos observadores los precios de los NFT podrán variar a medida que este universo vaya tomando forma, pero nadie prevé que el nuevo mercado colapse.